Maryola y la estrella de mar es un cuento infantil sobre la amistad y la solidaridad, con astronomía como contexto, y una metáfora sobre el drama de la inmigración. Tras un día de lluvia y sol, una niña llamada Maryola se encuentra una estrella de mar que agoniza en el suelo. Sensible a su sufrimiento, la niña intentará ayudarla con una idea «brillante».
Las ilustraciones han sido realizadas por la diseñadora gráfica Miriam Cruz Marrero, del Organismo Autónomo de Museos y Centros (OAMC) del Cabildo Insular de Tenerife.
Este cuento denuncia el racismo y la xenofobia: «¡Qué legítimos eran los sueños de aquella estrella moribunda! ¡Y qué injusto reparto de la fortuna! Unos, disfrutando del estrellato; otros, estrellándose contra el suelo».
Se invita a descubrir por qué las estrellas son redondas, introduciendo el concepto de gravedad, y se nombran en clave infantil algunos conocidos astros con comentarios sobre su tipología.
Censura la creencia en los horóscopos y hace alusión a una ley que protege las estrellas «para que nunca dejen de brillar». Un guiño a la Ley del Cielo que vela por la calidad astronómica de los Observatorios de Canarias.